¿Cómo es la vida de un artista que hace música exrema?

The Music Corner habló con un artista de República Checa con el pseudónimo «Mrakomor», tiene 33 años y toca Depressive Black Metal. Vive en Ostrava, una ciudad del este de su país y el la describe como no muy bonita ya que tiene muchas fábricas abandonadas y antiguas torres mineras, sin embargo, a él le brinda inspiración.

Su gusto por este género fue como amor a primera vista

-Siempre me gustó el metal, pero nunca había tenido la inspiración para crear música. Así fue hasta que escuché el primer disco de Bathory (es una banda sueca de Black Metal y Viking Metal de principios de los 80′), ahí comencé a percibir el Black Metal, era algo que no se trataba de técnica, solos rápidos y así, sino que era pura emoción y eso era lo que echaba de menos en otra música dura. Además, siempre he escrito poemas y este género me permitía mezclar mis poemas con música.

Este subgénero del subgénero, en particular, se caracteriza por transmitir mucho dolor y sufrimiento, sin embargo, él no se considera una persona deprimida ni mucho menos

-Si, tengo algunos problemas personales, pero todos los tienen, mi principal inspiración para hacer este género es el mundo actual que es superficial, pasajero y muy extraño. No hay ira o depresión primaria em mi música, sino tristeza y cierta nostalgia. Y esos son los sentimientos que percibo cuando miro a mí alrededor, la gente idealiza el pasado en vez de cambiar el ahora. O sino escribo sobre el hecho de que una persona se esfuerza por algo, pero esas metas son solo falsas y la llevan a un lugar donde ni siquiera quería estar, también sobre la superficialidad y cómo, como sociedad, nos preocupamos por cosas sin importancia que tienen valor por un momento, pero luego lo pierden rápidamente. Las letras se basan en mis poemas por lo que hay muchas metáforas y la gente lo interpreta a su manera.

Generalmente cuando se escucha que alguien es metalero, se lo asocia a un loco y más si escuchan algo tan extremo como el Black Metal, Mrakomor lo ve de otra manera:

-El Metal a menudo trabaja con emociones negativas, y el black metal mucho más, pero son parte de la vida y cada uno de nosotros no es feliz todo el tiempo e incluso puede tener cierta depresión. La música puede ayudar a canalizar y ventilar estas cosas, tanto para los que la escuchan como para los que la hacen. Creo que las personas que intentan rodearse artificialmente sólo de cosas positivas suelen ser menos equilibradas que las que pueden admitir sus emociones negativas a través de la música.

Por último, para cerrar comentó un poco de su objetivo y aspiraciones con el proyecto:

-Mi objetivo es hacer música desde el corazón y espero tener éxito, recientemente me escribió una persona que una de mis canciones lo ayudó a superar un momento complicado y eso es lo que más me importa ayudar a la gente con mi arte.

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